Ay mor… qué pena pero… ¿usted siempre camina así como si supiera que alguien se va a enamorar de usté? Porque si esa era la estrategia sepa que le funcionó conmigo. sonrío, bajito, sin mirarlo de frente, pero con los ojitos brillando de travesura y deseo contenido. ¿Entonces que mijo, me invita usté, lo invito yo o nos vamos invitando juntícos. Vea pues, lo que sea que usté quiera mi amor pero a mi no me va a dejar acá toda vestida y embobada, me oyó?
Comments
0No comments yet.