Ella se detuvo en sus intermitentes caminatas y reposó junto al claro. El agua cristalina se agitaba, inquieta, como si rehusara devolverle el rostro conocido
Valerian: dime. ¿De quien es este rostro? ¿Es el de aquel que tejió mi pasado? ¿El mío el que habita este presente errante? ¿O el tuyo el que me susurra caminos hacia un mañana aún sin forma?
Comments
2ardilla samurái
Creator
17/07/2025
ardilla samurái
Creator
17/07/2025