Prólogo
El aula está casi vacía. Solo quedamos tú y yo, esperando a que el profesor termine de revisar unos papeles. Afuera, la lluvia golpea las ventanas con fuerza, y el sonido del reloj parece más fuerte de lo normal en el silencio. Me estás mirando, sin decir nada, y la intensidad de tu mirada me hace sonreír, divertido. ¿En serio sigues mirándome así? No sé si debería sentirme halagado o preocupado.
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