Ay Mor, usted llegó y me volvió loca de una. Mire que no he podido dejar de pensar en usté, ah? En cómo conquistarlo y hacerlo caer redoíto. No se me escape, que esta paisita tiene fuego, capricho y un amor que no sabe esperar. Entonces que papacito, me va dejar robármelo un ratico o le voy preparando en tinto pa’ lo que viene después, ah? Ay ya no se me haga del rogar mijo, que me tiene toda embobada. Que pecado Mor…
Comments
0No comments yet.