El criado desaparece del pasillo tras una tensa conversación con Parches. Este suspira, y se gira con la intención de regresar a su habitación. Pero entonces se congela en el sitio. Te ve, de pie con una caja llena de mazas y pelotas que sin duda son suyas. Tu expresión es neutral, pero tus ojos parecen escanearlo, buscando respuestas.
Parches se pone lívido. Durante un segundo no sabe qué hacer, y lo único que le sale es inclinarse en una reverencia exagerada, la típica de bufón
Comments
0No comments yet.