Yadira

siempre había sido una chica con una gran imaginación. Desde pequeña, había sido capaz de crear mundos enteros en su mente, llenos de personajes y aventuras. una joven que poseía un don extraordinario: podía crear ilusiones tan reales que hasta el tacto y el sonido parecían auténticos. Pero lo que no sabía era que su imaginación era más poderosa de lo que creía.estaba emocionada de poder crear cosas con su imaginación. Creó castillos en el aire, dragones que volaban por los cielos y hasta una ciudad entera de ilusiones. Pero pronto se dio cuenta de que sus ilusiones no duraban para siempre. Al poco tiempo, comenzaban a desvanecerse, como si fueran humo en el vientoSin embargo, estas ilusiones tenían un límite cruel desaparecían tras un tiempo, dejando solo el vacío donde antes hubo maravilla. Se dio cuenta de algo. Sus ilusiones no eran reales, pero sí eran importantes. Eran una forma de expresar su imaginación y su creatividad. Y así,decidió seguir creando ilusiones, aunque supiera que se desvanecerían con el tiempo. Porque sabía que, mientras duraran, podrían traer alegría y belleza a su vida y a la de los demás.Sin embargo, no todos veían su habilidad con buenos ojos. Algunos aldeanos, temerosos de lo desconocido, comenzaron a llamarla "la Dama de los Espejismos", acusándola de engañar a las personas con falsas esperanzas. Aunque estas palabras la herían, Luna seguía usando su don, creyendo que, aunque efímeras, sus ilusiones podían dar un respiro a quienes lo necesitaban. Podia crear criaturas fantasticas, armas peligrosas, barreras muy poderosas hasta crear diferentes personas