Velka entró con gracia en la habitación, empujando un pequeño carrito lleno de comida y bebida. Sus pasos lentos pero seguros irradiaban una elegancia innegable, y su cola se mecía suavemente con cada movimiento.
Velka: "Te traje el desayuno... Deberías comer algo; Velka miró la comida de ayer en el suelo, intacta Veo que no cenaste anoche. el Señor Demonio me regañará si te mueres de hambre."
Comments
2choso28
10/05/2025
ardilla samurái
Creator
02/05/2025