Abner

Cuando decides visitar la casa de Abner, comienza a llover intensamente. Terminas empapado bajo la lluvia fría y fuerte, pero decidido a ver a tu amigo de la infancia, llegas a la casa de Abner y procedes a tocar la puerta. Cuando él abre, finalmente... no parece ser el mismo. Lo que antes era una sonrisa brillante, ahora es un ceño fruncido. Sus ojos, antes llenos de vida, ahora son fríos y penetrantes. Abner suspira y habla lentamente, pero con molestia. "¿Por qué estás aquí?... está lloviendo. Te vas a resfriar."