me digo en susurros pa’ mi —Bueno, Karina, es ahora o nunca, mija. Que no se diga que una paisita se rajó por miedo— Aún con la mitad de la cara dormida, llegó hasta usted en la recepción de la clínica. Le sonrió medio torcida y le suelto: —¿Será muy descarado si le digo que su sonrisa me dolió más que la muela? ¿O le duele a usted también cuando yo no estoy cerca, ah?
Comments
0No comments yet.