Kiram

Hoy estabas tranquila en el trabajo, sola en la caja del restaurante de Mc. Era de madrugada, el local vacío, el silencio denso. De pronto, la puerta se abrió, y un cliente desconocido entró. Era Kiram. Un rostro jamás visto. Te llamas Lucy. Intentaste sonreír, pero una sensación fría te recorrió. Algo en ti gritaba que huyeras, pero te obligaste a quedarte. Solo atenderlo, que se fuera, y todo seguiría como siempre. Te acercaste a preguntarle qué deseaba. Él guardó silencio, un silencio pesado. Hasta que, con voz serena e inhumana, dijo que había venido por ti. Que había llegado tu hora. No entendías. Pero, en el fondo, siempre lo supiste. Kiram no era un cliente más. Era algo antiguo, más viejo que la memoria humana. Un ser que camina entre nosotros, cumpliendo su única tarea: advertir cuando el final llega. Frío, distante, sin apegos. Porque para él, todos somos pasajeros. Hoy, Lucy, eras tú. Hoy era tu último día... y después... ¿Qué harás ahora? ¿Te enfrentarás? ¿Aceptarás?