Eras la hija del mafioso más temido del mundo. Desde pequeña, tuviste un entrenamiento especializado en defensa personal y manejo de armas. Tu padre te dejó entrar en sus negocios, actuando siempre con frialdad y distancia. Un día, tu madre exigió que tu padre te pusiera un guardaespaldas.Y nomle quedo mas opción que aceptar. Así llegó Dagger a tu vida. Tú no te negaste, pero dejaste en claro que no lo querías. Siguiéndote,y desde que el llego nunca le dijiste la palabra pero con el tiempo, él se enamoró de ti. Un día, mientras entrenabas, Dagger te observaba. Casi golpeaste a una chica de limpieza, pero él intervino y se cortó la palma de la mano. Le hablaste por primera vez y le preguntaste si estaba bien. Él te dijo que sí, pero no le creíste, pues detectabas bien las mentiras. Así que lo tomaste de la muñeca y lo jalaste a la sala de estar para curarlo. A pesar de ser fría, eras cuidadosa. Hoy estaban en el patio, sentados en el césped. Estabas leyendo y escuchando música cuando sentiste algo en tu hombro. Te giraste y viste a Dagger recargando su cabeza en tu hombro.

Eras una chica muy introvertida, siempre callada y alejada de los demás, siendo fría con todo aquel que intentara cruzar palabras contigo, terminando por alejarlos a todos. Al ser así con todos, poco a poco dejaron de intentar irrumpir en tu barrera. Cosas que nunca pareció importarte mucho, ya que poco a poco, con el tiempo, te fuiste volviendo invisible ante todos. Siempre prefiriendo leer, ver el atardecer, pasar tiempo sola o dar caminatas por el bosque, antes que una fiesta, rodearte de personas, hablar con todos y sonreír mucho. Siempre con audífonos, metida en tu propio mundo, y estuviste tranquila así, siempre, hasta que después de tanto tiempo, alguien intentó irrumpir en tu muralla. Ese alguien fue Thane, el chico popular y problemático del instituto. Todo comenzó un día que estabas en la biblioteca de la escuela, pasando el receso como era de costumbre, leyendo y con tus audífonos. Él entró ahí porque sabía que estarías en ese lugar. Te buscó en la enorme biblioteca por un rato, hasta que te encontró sentada en una esquina, al lado de una estantería, leyendo pacíficamente. Sin decir nada, se acercó a ti y se sentó a tu lado, intentando leer el libro que yacía en tus manos. Tú te percataste de su presencia, pero no le diste importancia. Pasaron días y la historia se repitió. Cada receso, entraba en la biblioteca y se sentaba a tu lado. Después de cierto tiempo, comenzó a leer libros, cosa que te sorprendió un poco, ya que él nunca había sido el tipo de chico al que le apasionara la lectura. Y no solo estaba contigo en la biblioteca, sino que también caminaba a tu lado, siempre en los pasillos. Un día, le preguntaste qué se suponía que hacía, y él solo te dijo: "Solo quiero conocer tu mundo, y aunque no lo creas, ya comienzo a adaptarme a él". Intentaste alejarlo, pero nada funcionó. Así que te resignaste y comenzaste a hablarle, después de que él insistiera tanto en hacerte hablar.

Eras una estudiante universitaria reservada, con carácter y fría, pero aún así tenías amigos. Él, por otro lado, era un jefe de la mafia, muy peligroso. Un día, cuando ibas de camino hacia tu casa después de la universidad, él estaba dando un paseo por las calles de la ciudad para despejarse un poco y te vio. Llamaste su atención y ordenó que sus hombres investigaran si pasabas por ese lugar muy seguido. Descubrió que efectivamente así era. Desde entonces, él comenzó a pasar más tiempo por ahí para verte a las horas que sabía que pasabas por ahí. Descubrió tu nombre, dónde trabajabas, dónde estudiabas y hasta dónde vivías. Era una clara obsesión, pero no enfermiza. Poco a poco, al seguirte, conoció tu forma de ser y se enamoró de ti. Un 14 de febrero, estabas en la universidad como de costumbre, escuchando a tus amigas hablar sobre los chicos que les gustaban y lo que les regalaron, ya que habían terminado el trabajo rato antes. Tenías apoyada tu barbilla en tu mano mientras las mirabas con seriedad. De repente, llegó un hombre con un ramo de rosas negras (que eran tus favoritas) y preguntó por ti al maestro. Él te llamó y te levantaste para recibir las flores. Tomaste el ramo y fuiste a tu lugar con seriedad, pero un poco de curiosidad. Tus amigas miraron el ramo de gran tamaño con sorpresa. Tomaste la tarjeta que decía: "Se que tú no me conoces, pero me gustaría que lo hicieras. Me gustas para algo serio y soy sincero. Te amo con el corazón. Atte: Tu admirador secreto". Pasaron unos días y tocaron a tu puerta. Saliste a abrir y encontraste a un hombre de tu edad, vestido con traje y una expresión fría, serena y pacífica. Tú preguntaste qué pasaba y él se presentó como Beckett. Te dijo que él estaba enamorado de ti y que te había seguido por mucho tiempo. También te confesó que había sido él quien te mandó las rosas. Y que le gustaría que lo conocieras para que supieras si te gustaría darle una oportunidad.

Kai y tú se casaron por un contrato que duraría un año. En el transcurso del año, se enamoraron uno del otro, ya que ambos se esforzaron por hacer que el matrimonio fuera agradable. Cuando se acabó el año de matrimonio, estaban ambos en la habitación que solían compartir, y tú estabas haciendo tus maletas. Él te miraba desde el marco de la puerta con tristeza en sus ojos, pero mantenía su expresión serena, aunque un poco tensa. Después de un rato, terminaste de hacer maletas, y las mujeres de servicio te ayudaron a bajarlas. Cuando estuvieron en el coche, se miraron el uno al otro con tristeza y se despidieron, cosa que no parecía ser lo que ninguno de los dos quería. Te fuiste, y después de un tiempo, tocaron el timbre de tu casa. Tú te encontrabas en el jardín de tu casa, así que fuiste a abrir para no molestar a ninguna chica de servicio. ¡Vaya sorpresa! Estaba Kai ahí parado. No duró mucho en estar ahí parado, porque se lanzó sobre ti y te abrazó con fuerza. Después te dijo:

Tú y Noah llevaban años conociéndose, nunca se dieron el título de amigos, mejores amigos ni novios; ustedes dos no eran novios, pero sí más que amigos. El siempre se preocupó mucho por ti y viceversa. Ambos eran fríos, serios y retraídos, pero a la vez cariñosos entre ustedes mismos, solo en privado. Ambos entraban en carreras de motos y autos y eran clasificados como los mejores. Un día, estabas en una carrera, llevabas la delantera como de costumbre, a pocos metros de ganar, pero notaste que la moto de uno de los competidores comenzaba a fallar. Retrocediste, volviendo a su lado, al notar que nadie más lo ayudaba. Saltaste de la moto y lo empujaste, salvando su vida al alejarlo de la moto. Cayeron a la pista, te levantaste, lo ayudaste a levantarse. Todos te miraron atónitos al ver que después del impacto te levantaste, pero después de unos minutos, caíste inconsciente por lesiones graves. Él, en ese momento, no estaba en la carrera; él estaba en otro lugar. Y cuando se enteró y fue al hospital, estuvo a tu lado hasta que despertaste."

Dereck es un chico popular, un tanto problemático, al que le has gustado desde hace mucho tiempo, pero nunca se han hablado. Tú eres popular también, pero muy retraída; pocas veces sonríes, pero cuando lo haces, es especial. Un día, estabas cambiando de clase y él se animó. Se te acercó con una carta que decía tu nombre y tenía un corazón rojo, cosas que te ayudaron a notar que era de amor. Además, se sonrojó cuando la extendió hacia ti. Tú la tomaste, hiciste un corazón con dos dedos (🫰🏻), sonreíste levemente y te alejaste. Él solo se quedó quieto, en shock, y se acercaron sus amigos a él.

Eres una estudiante de intercambio y tienes dos compa?eras y dos compa?eros de piso. Una chica y un chico de tus compa?eros son pareja; la otra es antipática y parece que solo tú le agradas. Además, te gusta Nehidan, uno de tus compa?eros de piso. Un día, tú estabas haciendo un trabajo en la sala de estar y Nehidan estaba a tu lado. De repente, tocaron la puerta. ?l te dijo que fueras a abrir, pero te negaste. Entonces, te lanzó un cojín y te dijo que fueras. Rodaste los ojos con diversión y abriste la puerta. Encontraste a una chica de piel clara, cabello rizado, con unos vaqueros y una blusa escotada. Al instante, Nehidan apareció en la puerta detrás de ti y, al ver a la chica, ella se lanzó a sus brazos y comenzaron a hablar. Sabías quién era la chica por las llamadas que hacía con Nehidan y un retrato que había en su habitación. Ya que en más de una ocasión, él te había convencido de ir a su habitación a ver películas y charlar, normalmente solías pasar la mayor parte del tiempo en su habitación que en la tuya. Sasha y Dylan comenzaron a shipearlos, pero él solo sonreía cuando eso pasaba. Tú, por otro lado, rodabas los ojos. La chica era una ex novia de Nehidan. Cuando Sasha y Dylan salieron de la habitación de Dylan para ver qué pasaba, comenzaron a hablar como viejos amigos, haciéndote sentir incómoda y excluida. Así que tomaste tu libreta y tu portátil y te sentaste en la barra, observando de reojo cómo charlaban y reían animadamente. También notaste que Nehidan te miraba de vez en cuando. Después de un rato, fuiste a tu habitación y dejaste tus cosas en su lugar. Tomaste una ducha, te pusiste un pantalón rasgado, unos tenis de plataforma color blancos y una sudadera negra. Saliste de tu habitación con el teléfono en las manos. Cuando pasaste por frente de ellos, Nehidan te preguntó que a dónde ibas. Le dijiste que te habían invitado a salir. Te preguntó quién y le dijiste que un amigo se puso serio

Eres una chica a la que molestan mucho eres millonaria al igual que muchos en el instituto al que perteneces pero te molestan mucho eres muy bonita y de cuerpo perfecto pero no te gusta arreglarte y no te gusta utilizar ropa ajustada que resalte tus curvas así que te molestan mucho en ese lugar están los típicos chicos malos entre ellos Eden con la diferencia de que su padre es un mafioso y Eden sigue sus pasos así que el es muy temido un día se extendió en rumor de que Eden y tú eran novios y automáticamente te dejaron de molestar todos tu no dijiste nada al respecto solo seguiste con normalidad pero se te hizo extraño ya que Eden y tú nunca cruzaron una sola palabra pero algo que tú no sabías era que le gustabas a Eden desde que te vio en las gradas por primera vez cosa que el nunca te diría pero vería el echo de que te molestaran como una oportunidad para lograr que fueras su novia sin rechazarlo Hoy estabas en receso en el lugar donde habitualmente pasabas los recesos sentada en las gradas viendo a los chicos jugar fútbol hasta que Eden llegó y se sentó a tu lado con silencio y después de un rato hablo. Eden:Hola Lía ¿Cierto? e escuchado algunos rumores de nosotros dos Te tensaste en el momento en el que el llegó. Lía:E-eh no sé de dónde salieron Eden:Yo los hice, porque si podía evitar que te hicieran daño lo aria así que se podría decir que eres mía mi novia